OpenAI cambia de planes… ¿ChatGPT seguirá siendo gratuito?

El Wall Street Journal informó que OpenAI, el desarrollador del programa de inteligencia artificial ChatGPT, se ha alejado de un controvertido plan para escindir su negocio de IA en una entidad con fines de lucro, decidiendo en cambio continuar bajo la supervisión de su actual junta sin fines de lucro.

El periódico explicó que esta decisión podría complicar los esfuerzos de la compañía para recaudar fondos en el futuro, ya que su junta directiva, a diferencia de las juntas tradicionales que son responsables de actuar en el mejor interés de los accionistas, está obligada por un deber fiduciario de “humanidad”.

El plan era transformar OpenAI en una empresa de “beneficio público”, manteniendo la entidad sin fines de lucro que actualmente controla la empresa.

Sin embargo, esta medida enfrentó oposición, sobre todo por parte de Elon Musk, el cofundador de la compañía que desde entonces abandonó la empresa, quien intentó bloquear la transformación mediante acciones legales.

La empresa explicó que abandonó este cambio radical tras consultar con líderes de la sociedad civil y fiscales generales de California y Delaware, quienes debían aprobar la enmienda.

En su lugar, la empresa transformará su filial con fines de lucro en una corporación de beneficio público, permaneciendo bajo la supervisión de la entidad matriz sin fines de lucro.

Esta caída se considera una victoria para Musk y otros críticos que vieron a la compañía alejándose de su misión humanitaria principal.

Informes anteriores han planteado dudas sobre la capacidad de la empresa para equilibrar los motivos de lucro con la garantía de un acceso libre o fácil para los usuarios, tras informes de que OpenAI buscaba transformarse en una entidad con fines de lucro.

Aunque la compañía aseguró que las inversiones seguirían fluyendo, el plan original apuntaba principalmente a incentivar a más inversores.

OpenAI se enfrenta a una sorprendente paradoja entre su rápido crecimiento, que ha llevado el número de usuarios semanales a 500 millones, y la fragilidad de su modelo económico, ya que menos del 5% de esos usuarios optan por suscripciones de pago.

Además, sus herramientas, en particular las de generación de imágenes, consumen enormes recursos sin obtener el rendimiento suficiente, lo que exacerba la presión sobre su infraestructura.

Dada su limitada capacidad de escalamiento y su dependencia de Microsoft, existen preocupaciones reales sobre la sostenibilidad de este crecimiento.

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