OpenAI ha comenzado a alquilar las TPU de Google a través de Google Cloud, lo que supone su primer uso importante de chips que no son de Nvidia.
Esta medida busca reducir los costes de inferencia y la dependencia de Microsoft. Sin embargo, Google, competidor de OpenAI en la carrera de la IA, no está alquilando sus TPU más potentes a su rival.
OpenAI ha comenzado recientemente a alquilar chips de inteligencia artificial de Google para impulsar ChatGPT y otros productos, informó The Information el viernes, citando a una persona involucrada en el acuerdo.
La medida, que marca la primera vez que OpenAI utiliza chips que no son de Nvidia de manera significativa, muestra el cambio de la compañía dirigida por Sam Altman que deja de depender de los centros de datos de su patrocinador Microsoft, impulsando potencialmente las unidades de procesamiento tensor (TPU) de Google como una alternativa más barata a las unidades de procesamiento gráfico (GPU) de Nvidia, según el informe.
Como uno de los mayores compradores de GPU de Nvidia, OpenAI utiliza chips de IA para entrenar modelos y también para la computación de inferencia, un proceso en el que un modelo de IA utiliza su conocimiento entrenado para hacer predicciones o tomar decisiones basadas en nueva información.
OpenAI espera que las TPU, que alquila a través de Google Cloud, ayuden a reducir el costo de inferencia, según el informe.
Sin embargo, Google, un competidor de OpenAI en la carrera de la IA, no está alquilando sus TPU más potentes a su rival, dijo The Information, citando a un empleado de Google Cloud.
Tanto OpenAI como Google no respondieron inmediatamente a las solicitudes de comentarios de Reuters.
OpenAI planeaba sumar el servicio Google Cloud para satisfacer sus crecientes necesidades de capacidad informática, según informó Reuters en exclusiva a principios de este mes, lo que marca una sorprendente colaboración entre dos destacados competidores en el sector de la IA.
Para Google, el acuerdo se produce en un momento en que amplía la disponibilidad externa de sus TPU internas, que históricamente estaban reservadas para uso interno.
Esto le permitió a Google captar clientes, incluyendo a la gran tecnológica Apple, así como a startups como Anthropic y Safe Superintelligence, dos competidores de OpenAI fundados por antiguos líderes de OpenAI.